
Los monumentos de Brasil son otra de las razones por las que cada vez más personas deciden acercarse al país latinoamericano. No tan conocidos como las fantásticas playas de Brasil o su naturaleza, en sus ciudades encontramos centros históricos, museos, iglesias y monumentos inolvidables.
Gracias al clima en Brasil, agradable durante todo el año, podemos ver estos monumentos en cualquier momento. En los días en los que haya lluvias, que como hemos contado son torrenciales, pero solo duran una o dos horas, estos monumentos de Brasil también son perfectos para adentrarnos en ellos y esperar a que escape.
Pero ya basta de tanta introducción y hablemos de los monumentos de Brasil imprescindibles para tu próximo viaje.
Los 10 mejores monumentos de Brasil
Ya te dimos los 10 motivos para viajar a Brasil, pero se nos olvidó mencionar muchos de estos monumentos. Aquí los tienes algunos de los más importantes o curiosos:
1. Cristo Redentor (Río de Janeiro)
El Cristo Redentor no solo es uno de los símbolos de Brasil sino que también se ha convertido en una de las 7 maravillas del mundo moderno. Esta escultura de más de 1000 toneladas de peso y 30 metros de altura, puede verse desde todos los rincones de Río de Janeiro.
Construida en art deco en 1931, está situada en el antiguo mirador del Corcovado, que ya era un punto turístico de primer orden de la ciudad antes de la construcción de la estatua. Por su ubicación, al Cristo Redentor también se le conoce como Cristo del Corcovado.
Situado dentro del Parque Nacional de la Tijuca, se puede acceder mediante un nuevo sistema de escaleras mecánicas, construido en 2003. Para llegar hasta allí, lo más recomendable es coger el tren cremallera, que es una experiencia en sí misma.
Lo más aventureros pueden atreverse a hacer el sendero por el Parque Nacional, aunque se necesita estar en buena forma física. La salida del sendero se sitúa junto al Jardín Botánico.
La estatua, su ubicación y las vistas desde el mirador son una de las experiencias más inolvidables que puede tener cualquier viajero en Brasil.
2. Centro histórico de Paraty
Hay muchos centros históricos maravillosos en Brasil como el de Salvador de Bahía, Curitiba, Goiás o Belem, pero si solo podemos visitar uno quizá el más llamativo y sorprendente sea el de Paraty.
Paraty es una antigua ciudad colonial portuguesa construida en las orillas del Atlántico, no muy lejos de Río de Janeiro. Una de las más antiguas del país, su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2019.
Con calles empedradas, edificios históricos coloniales e iglesias del siglo XVI, la ciudad se hizo de oro gracias al cultivo de la caña de azúcar y ha sabido seguir manteniendo su encanto con el paso de los siglos.
Su mayor curiosidad es que con la marea los días de luna llena, el mar entra dentro del casco histórico y limpia los adoquines, dejando a salvo las casas gracias a sus escalones de piedra. No es un accidente, fue diseñado así por los portugueses para conseguir una mayor limpieza en la ciudad.
3. Monumento de Ipiranga (Sao Paulo)
Sao Paulo, la ciudad más grande Brasil, no es conocida por tener grandes atractivos turísticos. Su principal fuerte es su aeropuerto, que hace que muchos viajeros internacionales lleguen al país a través del mismo.
Sin embargo, en caso de pasar por la ciudad, uno de los monumentos de Brasil que no nos podemos perder es el Monumento de Ipiranga. También conocido como el Altar de la Patria o el Monumento de la Independencia de Brasil, fue construido para conmemorar la misma, lograda el 7 de septiembre de 1822.
Construida en el mismo lugar donde Pedro I declaró la independencia de Brasil fue construida entre 1884 y 1926 por el arquitecto italiano Ettore Ximenes. Tiene reminiscencias al Monumento a Víctor Manuel de Roma, contando con una capilla donde se guardan los restos de la familia real brasileña.
Además, en las cercanías del Altar de la Patria se encuentran otros dos monumentos de Brasil que merece la pena visitar: el Museo Paulista y la Casa do Grito.
4. Pelourinho (Salvador de Bahía)
Otro de los centros históricos que tenemos que mencionar es el Pelourinho de Salvador de Bahía. Aquí no soy un solo monumento, sino varios que podemos encontrar entre sus estrechas calles coloniales, donde la capoeira reina.
Entre los monumentos de Brasil más importantes de este barrio de Salvador se encuentra la Santa Casa de Bahía. Este antiguo hospital e iglesia del siglo XVIII es en la actualidad el Museo de la Misericordia.
La ciudad cuenta también con el mayor número de palacios barrocos de toda América Latina, pero si hay uno que te va a sorprender es el Palacio Rio Branco.
En el apartado religioso la Iglesia de San Pedro de los Clérigos, entre rococó y neoclásico, y la Catedral del Salvador merecen otra visita. La Iglesia de San Francisco, por su parte, con más de 50.000 azulejos, está considerada una de las 7 maravillas de origen portugués, con lo que tampoco nos la podemos perder.
5. Museo de Arte de Sao Paulo (MASP)
Además del Altar Mayor, la otra parada imprescindible en Sao Paulo es en su Museo de Arte (MASP). También conocido como Assis Chateaubriand, el nombre de su fundador, es una de las mayores colecciones de arte en el mundo.
No solo es importante por su interior, sino también por el edificio. Diseñado por la arquitecta italiana Lina Bo Bardi, es uno de los edificios más modernos de la ciudad.
En su colección destaca la pintura europea con nombres de primer orden como Pablo Picasso, Degas, Goya, Tiziano, Rafael, Boticelli, Renoir, Manet o Delacroix, entre otros muchos.
Además, cuenta con colecciones de arte africano, asiático, precolombinos, moda e incluso arte kitsch. Si tienes tiempo, no te arrepentirás porque tanto el continente como el contenido son realmente difíciles de comprar.
6. Fortaleza de Tapirandu (Morro de Sao Paulo)
En casi todas las ciudades antiguas de la costa de Brasil hay diferentes fortalezas coloniales que merece la pena visitar. El contraste de la piedra frente al océano te retrae a otras épocas en las que portugueses y españoles se repartían el mundo.
De entre todas las fortalezas de Brasil quizá la más famosa sean las ruinas restauradas de la Fortaleza de Tapirandu. Situada en el Morro de Sao Paulo, un pequeño pueblo colonial en el que no entran los coches, está ubicada en la isla de Thinaré, donde no entran los coches.
Tanto las ruinas de la fortaleza como el mismo pueblo, con sus restaurantes mirando al mar y sus playas para hacer surf, la belleza del enclave sobrecoge. Una opción excelente para una excursión de día desde Salvador de Bahía, la ciudad más cercana a la isla.
7. Catedral de Brasilia
Brasilia no suele estar en las rutas turísticas por Brasil salvo por los amantes de la arquitectura. La capital del país, construida desde cero en el siglo XX en mitad de la selva, cuenta con todo tipo de edificios significativos de las tendencias arquitectónicas de la época.
De entre todos, destaca la Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida, una de las iglesias más curiosas que se pueden ver en todo el mundo. Construida por Oscar Niemeyer, está hecha de hormigón en una estructura hiperboloide, con unas amplias vidrieras en el interior.
La entrada es gratuita y, como curiosidad, tienes que saber que las campanas fueron fundidas en Miranda de Ebro (Burgos).
8. Museo Afro-Brasil (Sao Paulo)
Como la Catedral de Brasilia, en Sao Paulo hay otro famoso edificio de Oscar Niemeyer que además es muy interesante para aprender más a fondo sobre la historia de la comunidad afrobrasileña.
El Museo Afro-Brasil está ubicado en el edificio «Manoel da Nóbrega Pavilion» y se empezó a construir en el mismo año que la Catedral, en 1959.
Se trata del principal lugar del mundo dedicado a la cultura afrobrasileña con pinturas, esculturas, grabados, fotografías, documentos y piezas etnológicas. En total, más de 5.000 obras de arte centradas en temáticas de los universos culturales afrobrasileños.
La religión, el trabajo, el arte, la diáspora africana y la esclavitud forman parte de los temas principales que han creado esta comunidad y que entenderás mejor que nunca tras visitar este museo.
9. Iglesia de Nuestra Señora de los Negros (Salvador de Bahía)
Aunque esta Iglesia Barroca forma del Pelourinho de Salvador, que ya hemos mencionado antes, queríamos separarla por considerarla una de las experiencias más interesantes que se puede vivir en la ciudad.
Más allá de los bailes de capoeira de su plaza y la propia iglesia, barroca y realmente muy bonita, merece la pena entrar a ver cómo son las misas.
En la iglesia de Nuestra Señora de los Negros se practica el sincretismo o candomblé, una práctica religiosa que mezcla el catolicismo con los cantos africanos y que es realmente interesante de ver.
10. Museo de la Amazonia (MUSA)
Para acabar, terminamos con un museo en el que lo importante no es el edificio porque, de hecho, se trata de un museo al aire libre.
Hablamos de MUSA, el Museo de la Amazonia ubicado en Manaos, donde se pueden ver todo tipo de plantas típicas de la selva, algunos de sus animales más característicos, incluyendo los monos, así como diferentes exposiciones.
Además, en Manaos no nos podemos perder el Palacio Río Negro, el Palacete Provincial, el Palacio de Justicia del Amazonas y el Mercado Adolpho Lisboa, construido en arquitectura de hierro por Gustave Eiffel.
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