
La ruta Jardín en Sudáfrica es una de las rutas por carretera más famosas del mundo. Se trata de una ruta perfecta para hacer un fly & drive en Sudáfrica, que va desde Ciudad del Cabo a Port Elizabeth.
Atravesando la parte suroccidental del país, estamos ante una ruta que atraviesa parques nacionales, bellas localidades coloniales costeras, desiertos, acantilados e incluso viñedos y granjas de avestruces.
Una ruta que permite en pocos días descubrir una de las zonas turísticas de Sudáfrica más interesantes. Con algunos de los mayores atractivos qué ver en Sudáfrica en 10 días, la Ruta Jardín se ha configurado como el segundo gran punto de interés sudafricano tras los safaris en el Parque Kruger.
Sin embargo, la Ruta Jardín destaca por incorporar todo por lo que es conocido Sudáfrica. Desde poder hacer un safari en Addo o Tsitsikamma, hasta ver dos de las principales ciudades de Sudáfrica, incluyendo pueblos costeros para ver pingüinos, ballenas o tiburones, desiertos, cuevas inmensas, playas maravillosas y bodegas.
¿Qué es la Ruta Jardín?
Pero, ¿qué es realmente la Ruta Jardín? La Ruta Jardín, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es una ruta de 749 kilómetros entre Ciudad del Cabo y Port Elizabeth, que va a través de la costa a través de la carretera N-2.
Sin embargo, con el paso de los años, la Ruta Jardín en Sudáfrica se ha convertido en algo más. Ahora se llama así a este recorrido, pero va más allá de la N-2, incluyendo carreteras secundarias por las que se puede llevar a otros lugares como Outsdhoorn, Gansbaai o el desierto Little Karo.
Se trata de un recorrido único, que se adapta a lo que el turista necesita. Si es importante recordar que en Sudáfrica se conduce por la izquierda y que no está recomendado conducir de noche.
Dicho esto, la Ruta supone una experiencia inolvidable para aquellos que quieren conocer en coche el África Austral. Una manera muy interesante también de hacer un viaje de novios a Sudáfrica diferente, en el que la aventura sea lo más importante.
¿Cuántos días necesito para hacer la Ruta Jardín?
Decidir cuántos días necesitas para hacer la Ruta Jardín en Sudáfrica es una de las decisiones más importantes del viaje. De forma habitual se recomiendan 7 días para la versión rápida y 10 días para la más descansada.
En Viajes Beagle recomendamos una opción de 13 días que además de la versión descansada de la ruta, también incluye un safari en el Parque Nacional de los Elefantes de Addo, a pocos kilómetros de Port Elizabeth.
Al final, todo depende de cómo te lo quieras tomar. Son solo 748 kilómetros, por lo que se puede hacer incluso en 5 o 4 días, si reducimos excursiones y paradas.
Echa un vistazo a tu calendario y a la profundidad con la que quieras hacer el viaje y decide a partir de eso. Para ayudarte a decidir, vamos a comentarte los distintos lugares en los que puedes parar o visitar.
¿Qué ver en la Ruta Jardín en Sudáfrica?
La Ruta Jardín es una ruta que se puede hacer completamente a tu ritmo, viendo lo que te apetezca. Hay tantos lugares maravillosos y desvíos posibles que estas opciones son solo las más importantes, pero es posible parar en otros lugares.
748 kilómetros dan para mucho y más si estamos en la zona más bonita de Sudáfrica.
Ciudad del Cabo
Ya hemos hablado muchas veces de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), una población cosmopolita y con muchas cosas qué hacer. Perfecta para empezar o terminar la ruta, cuenta con un importante aeropuerto internacional y es la segunda ciudad más poblada del país.
Una de las tres capitales, junto a Pretoria y Bloemfontein, está considerada una ciudad global. Es de hecho, una de las tres únicas ciudades globales de África junto a Johannesburgo y El Cairo.
En Ciudad del Cabo hay tanto qué hacer como en casi todo el resto de Sudáfrica. Ubicada en mitad de un Parque Nacional, el de la Montaña de la Mesa, una de las maravillas naturales del mundo, también la naturaleza y sus playas ocupan un lugar destacado.
En su centro urbano destaca su centro colonial, el barrio malayo de Bo-Kaap y el Waterfront, el antiguo muelle reconvertido en zona de ocio. Frente a la ciudad se halla la isla de Robben, hogar de leones marinos y donde se ubicaba una antigua prisión, que hoy se puede visitar.
Valle de Stellenbosch
La primera parada en la Ruta Jardín desde Ciudad del Cabo debe ser en el Valle de Stellenbosch. Esta parada no está incluida en la ruta original, que va directamente hacia la costa, pero merece la pena.
En el valle de Stellenbosch podemos visitar ciudades tan hermosas como Franschhoek, Paarl o la misma Stellenbosch, la segunda más antigua del país tras Ciudad del Cabo. Se trata de una zona llena de valles con parras, que une su encanto colonial con una visión más rural que en otras partes del recorrido.
El vino es una de las razones por las que ir a Sudáfrica y con este pequeño desvío podremos conocerlo, visitando algunas de sus mejores bodegas. Visitar las tres capitales del vino (Franschoek, Paarl y Stellenbosch) o solo una de ellas es algo que queda a nuestra elección.
De las tres, Stellenbosch es la que está más cerca para continuar la ruta, pero tanto Paarl como Franschoek se encuentran a unos 20 minutos extra de la anterior, por lo que si nos gusta el vino disfrutaremos conociéndolas también e incluso haciendo noche en alguna de ellas.
Hermanus
La capital mundial de las ballenas. Así se denomina a Hermanus. Muy cerca de la N2 pero con una pequeña desviación al sur, es la primera parada de la Ruta Jardín oficial.
En este caso nos encontramos con una bella ciudad a la orilla del Océano en el que lo más interesante son las posibilidades de ver ballenas. Para conseguirlo debemos acudir entre julio y noviembre.
Si vamos en otra época del año, podemos saltarnos la parada y continuar bien hasta Gansbaai o hasta el Cabo de Agujas.
Las ballenas que se pueden ver son de la especie ballena franca austral, que durante el resto del año viven en las aguas de la Antártida. Sin embargo, de julio a noviembre acuden a reproducirse a la costa de Hermanus.
No se sabe bien porque les gusta tanto esta zona, pero lo más llamativo es que se acercan hasta casi la ciudad, siendo posible verlas fácilmente desde diferentes miradores. Si queremos verlas de aún más cerca, podemos coger alguno de los cruceros que hay en el puerto.
Gansbaai
Uno de los mejores lugares de Sudáfrica para escaparse en un viaje es, sin duda la bella y pequeña ciudad de Gansbaai. Situada muy cerca de Hermanus, algo más al sur, si que requiere desviarse un poco más de la N2.
En este caso estamos hace una ciudad vacacional elegida habitualmente por los sudafricanos más adinerados para tener su segunda residencia.
Pero más allá de sus buenos restaurantes para comer pescado, hay otro protagonista: el tiburón blanco.
Si en Hermanus las ballenas francas australes habían encontrado su segunda casa, en Gansbaai esto ha ocurrido con los tiburones blancos. Además, hay muchas empresas que permiten nadar con ellos en el océano.
Te ponen un traje de neopreno, entras dentro de una jaula y lanzan comida a los tiburones que se acercan y podrás ver de forma segura muy cerca de tu cara.
Cabo Agujas, el más austral de África
Para continuar por esta ruta alternativa por la costa sudafricana podemos llegar al Cabo Agujas. Esta parte de la Ruta Jardín pasa por la costa mientras que la N2 atraviesa tierra adentro hasta Mossel Bay, ya en la costa, pero es mucho más interesante ir por la costa hasta el Cabo Agujas y allí tomar la R319 para unirse a la N2 en Swellendam.
El Cabo Agujas es interesante porque es realmente el punto más austral de África. Se tiende a pensar que es el Cabo de Buena Esperanza, pero no lo es. En realidad es este lugar, un rincón muy fotografiable y perfecto para una parada en la ruta.
Es, además, el punto donde se unen el Océano Atlántico con el Océano Índico. A partir de este momento dejaremos el Atlántico para pasar a la costa índica de Sudáfrica.
Swellendam
Si Ciudad del Cabo fue la primera ciudad colonial de Sudáfrica y Stellenbosch, la segunda, Swellendam fue la tercera. Fundada por holandeses en 1746, cuenta con bellos ejemplos de arquitectura colonial.
Más allá de la belleza de su casco histórico, Swellendam destaca por su ubicación. Al pie de las montañas Langeberg, es perfecta para rutas de senderismo.
También se encuentra junto a la ciudad el Parque Nacional Bontebok. En este parque viven los antílopes Bontebok, muy raros y que consiguieron sobrevivir a la extinción gracias a la creación del mismo.
Mossel Bay
La ruta continúa a la sombra de las Langeberg hasta llegar a Mossel Bay, ya en la costa. Este lugar cuenta con una larga historia. Ya en el año 1498 Bartolomé Díaz arribó en esta zona, creando una parada para los navegantes portugueses que iban y venía de India y el Sudeste Asiático.
En la actualidad, hay un museo en su honor donde se puede ver el árbol buzón donde los marineros dejaban las cartas para que otros marinos que iban de vuelta las llevaran a casa.
En la actualidad Mossel Bay es un destino vacacional de primer orden en Sudáfrica. Playas, campos de golf, marisco y buenos restaurantes en una ciudad con mucho encanto junto al Índico.
Desde esta ciudad se puede seguir la N2 hasta Knysna, siguiendo la orilla del mar, o coger un desvío hasta Outsdhoorn, atravesando el desierto.
Outsdhoorn
Outsdhoorn es llamada la capital del avestruz. Y es que por la zona viven miles de estos míticos animales de Sudáfrica, siendo habituales las granjas de los mismos. Si paramos en la ciudad incluso podremos disfrutar de una de sus especialidades culinarias, la lasaña de avestruz.
Además del desierto Little Karo, lo más interesante de tomar este desvío es llevar hasta las Cuevas Cango. Estas Cuevas son el sistema de cuevas más grande de África, con estalactitas, estalagmitas y diferentes recovecos y pasillos qué recorrer, incluyendo sus partes más amplias, que parecen una verdadera catedral subterránea.
Una vez hayamos visto Outsdhoorn, si al ir fuimos por la R328, la vuelta la haremos a George por la N12, donde conectaremos con la N2 por la costa en dirección a Knysna.
Knysna
Knysna es otra parada obligatoria. Conocida como el jardín del Edén de Sudáfrica, destaca por sus calles apacibles y tranquilas, con bellos rincones y pequeños restaurantes.
La ubicación de la misma es espectacular. Se encuentra en la orilla de una laguna, comunicada con el mar a través de un pequeño estrecho entre dos acantilados. Un paseo en esta laguna, Reserva Marina Protegida, es imperdible si paramos en la ciudad.
Igualmente imprescindible es comer las ostras, reconocidas como de las mejores del mundo. De hecho, incluso podremos visitar una granja de ostras para aprender cómo son estas piscifactorías.
Desde la ciudad, podemos parar en Plettenberg Bay si buscamos otra bonita ciudad costera siguiendo la N2 o directamente ir al Parque Nacional Tsisikamma.
Por esta zona encontraremos también alguna de las mejores playas de Sudáfrica.
Tsitsikamma National Park
Este parque nacional es la reserva marina más antigua de Sudáfrica. Por ello, también es perfecto para hacer buceo. Alrededor de la desembocadura del río Storms, cuenta tanto con zona de costa como de montaña, con diferentes senderos señalizados.
En la costa podemos ver nutrias, focas, delfines y ballenas mientras que en tierra destacan los leopardos, pero también pingüinos, suricatos y gatos salvajes.
Lo más llamativo son las cascadas y sus senderos llenos de puentes colgantes y miradores con unas vistas realmente increíbles.
Port Elizabeth
Tras el Tsitsikamma National Park llegamos a Port Elizabeth, el fin del viaje. Esta ciudad tiene una larga historia, al ser puerto de paso para portugueses y holandeses, aunque su arquitectura es principalmente del siglo XIX y XX.
Se trata de una ciudad vibrante y moderna, con barrios hípsters como Stanley, así como bellas playas y naturaleza en los alrededores. De hecho, pingüinos, delfines y ballenas jorobadas se pueden ver fácilmente en su costa o en alguno de los islotes frente a sus playas.
Entre sus monumentos el Campanile Memorial, Parque Donkin, el Ayuntamiento y la Biblioteca Pública merecen una visita. Para el ocio, Boardwalk, una zona con todo tipo de actividades construida alrededor de un lago artificial es perfecta.
Addo Elephant National Park
Por último, no podríamos olvidarnos del Addo National Park, aunque no se encuentra exactamente dentro de la Ruta Jardín. Justo al terminar la misma tenemos este Parque Nacional que se creó para proteger elefantes se ha convertido en uno de los más importantes de Sudáfrica.
Destaca por contar con los Cinco Grandes y, sobre todo, por estar en una zona libre de malaria. Así que se trata del único lugar de África donde podrás ver en libertad a leones, leopardos, búfalos, rinocerontes y elefantes sin tener que temer por la malaria.
Desde luego, puede ser un final perfecto para la Ruta Jardín en Sudáfrica.
Si quieres disfrutar de un viaje por la Ruta Jardín u otros, consulta con nosotras sin compromiso. Te preparamos un viaje completamente personalizado.