
Los templos de Sri Lanka son imprescindibles para cualquier viaje a Ceilán. Con una importante comunidad budista desde el siglo V d.C., hay templos históricos y otros más actuales que nos enseñarán mucho sobre la cultura y la espiritualidad del país.
Además, también podremos ver algunos templos hinduistas, alguna mezquita y alguna iglesia católica, ya que hay minorías de dichas religiones. Sin embargo, cuando hablamos de los templos más importantes por los que viajar a Sri Lanka, estamos hablando de budismo, la religión más importante del país.
Algo importante que recordábamos cuando hablábamos sobre si es seguro ir a Sri Lanka es el vestuario. Es importante tener los hombros cubiertos cuando visitemos alguno de sus templos y los pantalones cortos tampoco son bienvenidos. Por ello, tendremos que llevar sarong o pantalón largo. Una buena idea es llevar un sarong en la mochila y usarlo para hacer las visitas.
De la misma manera, es recomendable llevar calcetines gordos ya que hay que ir descalzo en el interior de los templos. Los calcetines no son para el frío, ya que el clima en Sri Lanka es caluroso, sino para el calor. Las partes exteriores al sol nos pueden abrasar los pues, por lo que los calcetines serán un alivio.
Templo de Oro de Dambulla
El templo de Oro de Dambulla, también conocido como las cuevas budistas, es el templo más famoso de Sri Lanka. En realidad, no se trata de un único templo, sino de un conjunto de varios lugares diferentes.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1991, está formado por varias cuevas con siglos de antigüedad. En total, hay 80 cuevas que formaban este conjunto espiritual desde el siglo I a. C. Situadas también muy cerca de Sigirya, la fortaleza del león y el otro gran símbolo del turismo en Sri Lanka, una parada aquí es imprescindible.
La zona protegida y la que se puede visitar está solo alrededor de las cinco cuevas principales. Estas cuevas son Devaraja Viharaya (Cueva del Rey de los Dioses), Maharaja Viharaya (Cueva de los Grandes Reyes), Maha Alut Viharaya (Gran Templo Nuevo), Pachima Viharaya y Devana Alut Viharaya (Segundo Templo Nuevo).
Estas cuevas cuentan con bellas pinturas que hablan de la vida de Buda. En total son 2100 metros cuadrados de pinturas murales con algunos de los momentos más sagrados del budismo. También destacan por sus estatuas de Buda, 153 en total, además de estatuas de 4 reyes y 4 dioses hinduistas como Vishnú y Ganhesa.
La estatua más grande de Buda del recinto tiene nada más y nada menos que 15 metros de altura. Con alguna pagoda dorada y un gran buda recubierto en oro antes de entrar el recinto, tanto la parte milenaria como la más moderna merece la pena.
El lugar, de hecho, ya era conocido por los habitantes prehistóricos de la isla. Se han encontrado restos de 2.700 años de antigüedad, antes del surgimiento del budismo. Por ello, estamos ante una visita completamente imprescindible.
Anuradhapura Maha Viharaya
En las ruinas de Anuradhapura se encuentra la Gran Vihara de Anuradhapura, un antiguo monasterio budista. Este monasterio llegó a ser en el siglo V la universidad más importante del sur de Asia. Hasta la isla llegaban eruditos de todo el mundo para tener más conocimientos.
Hoy solo quedan sus ruinas junto al resto de templos de la antigua capital. Todos merecen la pena en la visita aunque el recinto, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es inmenso. En total, cubren un área de 40 kilómetros cuadrados.
Por ello, lo más recomendable es contar con un tuktuk, una bicicleta o incluso con un coche para ir yendo entre los distintos lugares del yacimiento.
Además de la Gran Vihara, son imprescindibles en nuestro paso por Anuradhapura otros muchos templos. Quizá el más famoso es la Dagoba Mirisavatiya, una gran cúpula blanca situada al norte del lago.
Igual de interesante es Isurumuniya Vihara, en este caso un templo excavado en la roca. Puede recordarnos un poco a los templos de Dambulla, ya que este recinto se encuentra cerca y los edificios son de la misma época. En este templo destacan sus tallas de elefantes y budas en la propia roca.
Cerca de esta se sitúa la Dagoba Ruvanvelisaya. Del siglo II d.C. tiene 55 metros de altura pero originalmente era aún más alta antes que invasores del sur de India la destruyeran.
Curiosamente, el templo que no destruyeron fue la Dagoda Parama, uno de los templos budistas más antiguos del mundo y el más antiguo de Sri Lanka, del siglo II a.C. Eso sí, fue reconstruido hasta su forma actual en el siglo XIX.
Para acabar nuestro recorrido por esta zona, podemos ver el Kuttam Pokuna, unas fuentes donde los monjes budistas se purificaban. Junto a los mismos podremos ver el Buda Samadhi, una de las mejores tallas en piedra de la isla, del siglo IV y que formaba parte del recinto del Anuradhapura Maha Viharaya.
Viharas de Polonnaruwa
Antigua capital de Ceilán, Polonnaruwa es el otro lugar más interesante para ver los templos de Sri Lanka. A diferencia de Anuradhapura, aquí los templos no están reconstruidos y en uso sino que se conservan en ruinas.
Como en el caso anterior, este recinto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con diferentes zonas monumentales. Para ir a cada una se puede utilizar una bici, un tuktuk o un coche, pero andando es complicado.
Aquí lo más famoso son los restos del Palacio Real en el complejo del Cuadrángulo. Sin embargo, también podemos encontrar varios viharas o templos con muchos siglos de antigüedad a sus espaldas. En estado ruinoso, permite descubrir cómo serían los otros templos de Sri Lanka sino se hubiesen reconstruido recientemente.
Quizá la menos interesante es Potgul Vihara, la peor conservada. Es curiosa porque fue un antiguo almacen de libros, pero no tiene la monumentalidad de las demás. Para ver una bien conservada la mejor opción es la Kiri Vihara, que pese a no estar restaurada, da una buena idea de cómo eran en la antigüedad.
Bastante curiosa es Pabula Vihara, un templo construido en dos niveles diferentes. Se trata del único que veremos con esa curiosidad constructiva. Por último, el mayor de las ruinas es Rankot Vihara que alcanza los 54 metros de altura, siendo el cuarto más alto de todos los templos de Sri Lanka.
Por último, aunque no es un templo propiamente dicho, tenemos que mencionar Gal Vihara.
Se trata de cuatro esculturas de Buda tallas en el granito. Dos de ellas son de Buda sentado, otra es de Buda de pie y otra, la más grande, de 14 metros, es de Buda reclinado con la cabeza en una almohada con el símbolo del loto.
Son bastante impresionantes y debido a su carácter religioso la hemos incorporado a esta lista.
Sri Dalada Maligawa
Si los templos anteriores nos llevaban por la historia de Sri Lanka, el Sri Dalada Maligawa nos devuelve al día de hoy. Este templo, también conocido como el Templo del Diente de Buda, se sitúa en Kandy, la capital de las montañas.
También Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es uno de los centros espirituales del budismo a nivel mundial. La razón es que conserva una de las reliquias fundamentales de la religión. Nada más y nada menos que un diente del mismo Buda, concretamente su canino izquierdo.
Por ello, miles de peregrinos acuden cada años de los diferentes países budistas para poder verlo en vivo. El templo es un conjunto de edificios pero lamentablemente muchos fueron destruidos en 1998, 10 años después de ser declarado Patrimonio de la Humanidad, por un atentado tamil. Afortunadamente, el edificio principal, donde se guarda el diente quedó intacto y el resto fue reconstruido tal como era.
Una vez al año, durante julio y agosto, se celebra la Esala Perahera. Una profesión en el que diente sale del templo a lomos de un elefante. Llamativo y divertido a partes iguales, es una de las mejores fechas para visitar este templo y la ciudad de Kandy.
Este templo es tan importante que el presidente de Sri Lanka siempre da un discurso desde el mismo después de ser elegido.
Gangaramaya
Por supuesto, también en Colombo, la capital, hay un templo que tenemos que conocer. Se trata de Gangaramaya. Se trata de un recinto enorme con diferentes habitaciones y templos construidos en el siglo XIX por el monje Hikkaduwe Sri Sumangala Nayaka Thera.
Junto al recinto principal, pero ya en las orillas del lago Beira se sitúa una extensión del templo, con distintas habitaciones destinadas a la oración que también merece la pena visitar.
Este recinto destaca por su gran cantidad de Budas, aunque en este caso no por sus tamaños. De hecho, el templo cuenta con el Buda más pequeño del mundo.
Igualmente curioso es una replica del templo de Borobudur, en la isla de Java (Indonesia), en un tamaño mucho más pequeño. Ver todos los distintos recovecos de este templo, la sala de reliquias, sus puertas talladas y diferentes estatuas es una experiencia única en pleno centro de la capital esrilanquesa.
Angurukaramulla y Sri Singama Kali Amman Kovil
El templo budista Angurukaramulla y el hinduista Sri Singama Kali Amman Kovil son los últimos templos de Sri Lanka que vamos a destacar en este listado. Ambos se encuentran muy cerca, en la turística ciudad de Negombo, famosa por su cercanía al aeropuerto y por tener una de las mejores playas de Sri Lanka.
Angurukaramulla es mucho más humilde que los otros templos de la lista. Sin embargo, al ser reciente, se trata de una manera estupenda de conocer el templo estándar del país. Una explosión de colores que nos puede parecer algo kitsch pero que sin embargo está llena de espiritualidad para los lugareños.
Sri Singama Kali Amman Kovil, por su parte, permite comprobar la influencia hinduista que vimos en las ruinas, que se sigue manteniendo en la actualidad. El hinduismo y el budismo siempre se han respetado mutuamente, siendo habitual en los templos de ambas religiones referencias a la otra.
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